En una emotiva eucaristía presidida por monseñor Galo Fernández, estudiantes de diversos colegios de Talca dieron gracias por los años compartidos y fueron enviados con esperanza y compromiso a los nuevos caminos que comenzarán a recorrer en su vida.
El tempo catedral fue el punto de encuentro este miércoles 22 de octubre, desde las 10:00 horas para los alumnos de 4tos medios de distintas comunidades educativas como el Colegio Integrado, Colegio Juan Piamarta, Liceo Santa Teresita, Colegio San Ignacio, Centro Educacional Luis Rutten y Colegio Monseñor Manuel Larraín, junto a docentes y directivos que los acompañaron en este importante hito.
La celebración comenzó con la presentación de los estandartes de los colegios, signo de unidad y gratitud por los años compartidos. Durante su homilía, monseñor Fernández invitó a los jóvenes a mirar con agradecimiento esta etapa que culmina y a proyectarse con fe hacia lo que viene.
“Lo que se aprende en el colegio es fundamental, como el cimiento para construir la propia vida. A medida que pasen los años verán estos tiempos como breves, pero lo que han recibido será siempre significativo”, expresó el obispo, recordando que la educación es un don que debe valorarse y continuar cultivándose.
Más adelante, los animó a no conformarse con una vida cómoda, sino a ser transformadores del mundo con los valores que han aprendido. “El Evangelio nos invita a ser como la levadura que fermenta la masa. Cada uno tiene una misión, una vocación. No se conformen con lo recibido, atrévanse a transformar el mundo con pasión y esperanza”, señaló, destacando el llamado a vivir con sentido y compromiso.
Tras la comunión, monseñor Fernández impartió la bendición final y el envío a los jóvenes, deseándoles que el paso a la educación superior o al mundo laboral sea vivido como una oportunidad de crecimiento personal y espiritual.
Por su parte, María Verónica Rojas Ávila, directora del Colegio Juan Piamarta, valoró profundamente el sentido pastoral de este encuentro. “Esta misa de envío es parte importante del proceso que los estudiantes deben tener. Les ayuda a reflexionar sobre lo vivido y sobre cómo van a salir a la vida con sentido social y compromiso”, afirmó.
Asimismo, destacó la importancia de acompañar a los jóvenes en este momento decisivo: “Más allá de lo académico, debemos preguntarnos qué personas estamos formando y cómo se insertarán en el mundo. Este tipo de actividades nos hacen reflexionar también como educadores”, añadió.
Finalmente, el encuentro concluyó en un ambiente de alegría y agradecimiento por estos jóvenes que cierran un ciclo lleno de aprendizajes, amistades y desafíos, para iniciar otro que los invita a crecer, servir y transformar.
Del mismo modo, en la iglesia La Matriz se celebró esta misa a los estudiantes que egresan de enseñanza media en la Zona Curicó, en la mañana del jueves 23 de octubre.