El domingo 26 de octubre, Luis Cárdenas Núñez fue enviado como nuevo ministro para la Parroquia Santísima Trinidad, en la misa que se celebró a las 10:30 horas, presidida por nuestro obispo, monseñor Galo Fernández.
Su historia de fe y servicio en la Iglesia inició desde joven. Al llegar a Curicó en 1976, comenzó a integrarse en la Parroquia Cristo Resucitado, donde sirvió en diversas áreas pastorales como catequesis de niños, jóvenes, adultos y familiar.
En 1991 se mudó junto a su familia al sector de Santa Fe, donde poco tiempo después comenzó a colaborar en la naciente comunidad del lugar. “Aquí en Santa Fe se estaba formando una pequeña comunidad y me invitaron a iniciar la catequesis. Desde entonces comencé a trabajar junto a mi esposa en este servicio, acompañando a niños y familias”, recordó Luis.
Con el paso de los años, su compromiso se consolidó en la comunidad donde ha animado la liturgia dominical y acompañado distintos procesos pastorales. Hace tres años el padre Víctor Rojas, párroco de Santísima Trinidad lo invitó a prepararse para asumir el servicio de ministro enviado. Aunque al principio le costó decidirse, finalmente reconoció que fue Dios quien lo llamó a dar este paso.
“Al principio lo veía como algo muy difícil, pero Dios se comunica con uno a través de las personas. A veces uno cree que no tiene las capacidades, pero el Señor con su infinita misericordia, elige a quienes quiere para cumplir una misión. Yo solo puse mi fe y mi compromiso”, compartió con emoción.
Luis Cárdenas está casado con María Ángela Manríquez, desde hace 44 años y tienen dos hijos, comenta que han sido su apoyo durante este camino y existe un compromiso por parte de ellos.
Durante su tiempo de formación, dice que ha sentido el cariño y el apoyo constante de su comunidad y de su familia. “Estoy ansioso, pero muy agradecido. He recibido mucho respaldo en la oración, y eso me da fuerzas. El Señor me ha mostrado que nunca estoy solo, Él me guía y me acompaña en este nuevo servicio”.
La celebración fue sin duda un momento de gratitud y esperanza, donde la comunidad reconoció el testimonio de quien ha sabido responder con humildad al llamado del Señor. Luis asume esta nueva misión con el deseo profundo de servir y acompañar a los suyos con alegría, fidelidad y oración constante.